Los perjuicios serán mayores que el ahorro que se pretende conseguir y los usuarios serán los verdaderos afectados.

El Grupo de Compromís ha presentado una Proposición No de Ley en las Corts Valencianes para detener un atropello a la atención médica que el PP quiere imponer en los centros de salud de Bétera, L’Eliana y Moncada con la reducción de los horarios de urgencias.

A partir de enero la Conselleria de Sanitat aplicará un recorte en el horario de apertura de las urgencias y atención continuada desde las 15 a las 21 horas en estos centros de salud, eliminando dos médicos en ese tramo horario y dejando a un solo médico de guardia a partir de las 21.00 horas en cada una de los centros de salud, con la sobrecarga de trabajo que esto supondrá.

Según el portavoz de Compromís en el Camp de Túria, Paco García Latorre, esta decisión se ha tomado de manera unilateral, sin haber hecho una evaluación de cómo afectará a los usuarios y sin contar con los profesionales de la salud que tendrán que hacer frente a los recortes impuestos desde el ejecutivo valenciano.

Para García, esta medida afectará a más de 70.000 usuarios y es un paso más en el austericidio que aplica el PP valenciano, que quiere que los pacientes sean los verdaderos paganos de su ineptitud y mala gestión al frente de la Generalitat, ya que para conseguir un ahorro de 200 euros diarios van a perjudicar al resto d profesionales que desarrollan sus actividades en estos centros de salud, dado que tendrán que hacerse cargo de las ausencias del médico de guardia cuando este se encuentre en consultas de urgencias externas al centro, produciendo mayores listas de espera y retrasos en la atención de consulta.

Desde Compromís se alerta de que esta medida pueda ser la antesala al cierre temporal de instalaciones en fines de semana o por las tardes, como ya se ha hecho en otras comunidades autónomas, haciendo que los pacientes se desplacen muchos más kilómetros para poder ser atendidos.

El portavoz de Compromís afirma que el PP está arruinando el sistema de salud valenciano, precarizando sus prestaciones e instalaciones, privatizando los servicios rentables y reduciendo el personal, para luego desprestigiarlo y derivar a sus usuarios a empresas y aseguradoras privadas, creando una sanidad de dos velocidades, una para ricos y otra para gente desfavorecida.