Según el portavoz de Compromís en la comarca del Camp de Túria, Paco García, el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado por Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) a la plantilla de personal, donde se quiere despedir a 450 personas, comportará una acusada disminución de calidad y seguridad del servicio de transporte público en el ferrocarril valenciano, además de una fuerte reducción de servicios que afectará, sobre todo, a los trayectos del área metropolitana, como es el caso de las Líneas que discurren hasta Llíria y Bétera.

García apunta que, la medida que se quiere tomar no responde a ningún criterio de racionalidad ni de eficiencia, ni a ningún estudio serio ni riguroso en la prestación del servicio, es el resultado simplemente de hacer un cálculo aritmético dividiendo los 22 millones de euros que se quieren ahorrar entre el salario medio de la empresa. Esto supone una reducción de un 23% de la plantilla de personal en plena crisis.

El Metro supone para las poblaciones del cinturón metropolitano de Valencia una gran apuesta de futuro, un medio que facilita el desplazamiento de centenares de miles de viajeros cada año y un medio de transporte sostenible. Cualquier recorte en el mismo supondrá el atraso en políticas activas de movilidad, la paralización de nuevos proyectos de expansión y poner en peligro recursos humanos destinados al mantenimiento y supervisión de las líneas en funcionamiento. Así como truncar el futuro de centenares de familias que con la gravedad de esta decisión estarán condenados a un futuro laboral incierto y una precariedad económica derivada de unas malas decisiones políticas.

El portavoz ecosocialista afirma que, en el Camp de Túria, la mejora de la red ferroviaria es un elemento fundamental para nuestro desarrollo, dado que su conexión con la Capital es un atractivo para nuevos habitantes que deciden establecerse en los municipios por donde discurre.

El hecho de querer establecer un ERE en la empresa FGV tendrá varias consecuencias organizativas y técnicas. Habrá una reducción de 308.000 kilómetros/año, que se sumarán al más de medio millón de reducción que se han efectuado en 2012, hecho que supondrá menos trenes y menor frecuencia de paso, lo que afectará directamente al usuario.

Así mismo, se producirá una reducción en el personal de estaciones. Esto implicará el cierre y telemando de muchas estaciones de metro de las líneas que están en funcionamiento, hecho que afectará a la atención del usuario o, directamente la ausencia de ésta.

Desde Compromís se considera que, la reducción de costes, vía recortes importantes en personal de mantenimiento y atención al viajero nos dejará un transporte público de menor calidad, eficacia y seguridad y, no lo olvidemos, más caro. La red contará con menos personal para supervisar su estado y funcionamiento.

Ante esta situación, Compromís reclama a la Generalitat Valenciana y a FGV que paralicen el ERE presentado por la empresa ferroviaria, que afecta a 450 trabajadores, y estudien fórmulas alternativas que permitan el mantenimiento de la plantilla, así como la culminación de los proyectos de expansión de la red de Metro que hay pendientes en nuestra Comunidad.